El tablero melamínico, es uno de las materias primas por excelencia que otorga notoriedad a través de su gran variedad en diseños decorativos melamínicos, texturas únicas y la ventaja que ofrece al usuario por la optimización modular.

El tablero melamínico por su superficie plana, su gran resistencia al contacto y uso, lo convierte en un material de elección cotidiana, que se adapta a una estructura de apoyo variable resuelta con diferentes materiales.
El tablero y su flexibilidad industrial hacen que pueda ser combinado con otros materiales, hierro, chapa, inoxidable, vidrios, acrílicos y maderas.

Las nuevas tendencias imponen sencillez y síntesis en los accesorios que acompañan la decoración del ambiente, entre los que no pueden faltar: objetos de escritorio, pequeñas plantas, cuadros, una cómoda silla y una adecuada iluminación natural como artificial.

En el momento de elegir las tonalidades, son amplias las posibilidades pero el blanco es prioridad por ser un comodín en cualquier estilo y tendencia, su constitución cromática pura favorece a transmitir sensaciones de relax contribuyendo a la concentración que requiere el área de trabajo propuesta.

La estructura de apoyo en hierro evoluciona con gran presencia popular con el transcurso de los años combinando perfectamente con los tableros, respondiendo a influencias de estilos escandinavos, nórdicos o industriales. El hierro, con el valor agregado de ser un material de mayor resistencia estructural y menor sección ofrece amplitud visual a un mobiliario liviano, comodo y personalizado a cada usuario.